Coca de Sant Joan
Las cocas de fruta, de piñones, rellenas con crema, mazapán o de chicharrones, acompañadas de un buen cava o de moscatel, son elementos imprescindibles de la noche de San Juan, que se celebra el 23 de junio y se suelen encender hogueras y realizar rituales ligados a la llegada del solsticio de verano. Pero con el calor incipiente de una noche de finales de junio y del fuego de las hogueras ¿no te apetece mejor un helado sin faltar a la tradición?
Sabías que...
La coca de San Juan deriva del roscón de huevos que se comía antiguamente: un dulce de forma redonda, que era una reminiscencia clara del culto al sol. Como otros platos típicos, la invención de las cocas en Cataluña nace de la necesidad de aprovechar las masas de pan que no se habían hinchado. Se cocían y azucaraban, dando lugar a unos nuevos postres. La tradición dice que las cocas de San Juan deben tener un tamaño perfecto, siendo el doble de largo que, de ancho, y con los ángulos redondeados. Este tamaño es igual a la proporción entre el día y la noche en San Juan.
Alérgenos: lácteos, huevos, frutos secos